sábado, 11 de junio de 2011

Gastronómicas




Reviso mi colección de videos, tratando de deshacerme de algunos títulos que no valieron la pena y observo una tendencia. Entre mis películas favoritas, de las que no puedo prescindir, se encuentran las de un nuevo género: gastronómicas.

No me queda más que clasificarlas así. Son obras donde el drama y la comedia giran alrededor de la cocina, la buena mesa, los vinos… en fin, sobre ese ingrediente que hace la vida más amable y nos regala horas de disfrute en la compañía de amigos o de amantes.

La Fiesta de Babette, con su inolvidable cocinera francesa que se propone endulzar por una vez la vida de los austeros habitantes de un pueblo nórdico. Cuscús, el dramático relato de una familia de inmigrantes árabes en la Francia contemporánea y su relación con la comida. Como Agua para Chocolate, con su trasfondo de amor, dolor y realismo mágico en plena revolución mexicana. Y la más difícil y dura para el estómago: El Cocinero, El Ladrón, su Esposa y su Amante, (con el magnífico Tim Roth) y donde hay escenas de gran crueldad y canibalismo. También muy dramática: Vatel, con Gerard Depardieu y (otra vez) Tim Roth, sobre la vida y muerte de un gran chef amante de la perfección.

Hollywood también contribuye a este nuevo género con la edulcorada Un Paseo por las Nubes, sobre una familia mexicana que establece sus viñedos en California. Igualmente, Chocolate, con Johnny Depp y Juliette Binoche, como la exquisita chocolatera que escandaliza a un pueblito francés de principios de los años 60’s. Atrás no se queda Entre Copas, comedia sobre la inseguridad masculina, personificada por un escritor amante del vino y su inmaduro amigo. En los últimos tiempos, Julie & Julia destaca como homenaje a la chef Julie Child.

Y desde Grecia, imposible olvidar Un Toque de Canela (o La Sal de la Vida), una película sin complicaciones que cuenta en tono nostálgico la historia del astrónomo a quien su abuelo inició en el oficio culinario como una manera de “condimentar la vida”.