domingo, 24 de junio de 2012

Quinoa: de los Incas para el mundo




A veces a uno le llegan los datos más interesantes por las vías más insospechadas. Así me pasó con la quinoa. Esta planta originaria de los territorios donde habitaron los Incas ofrece unas semillas que constituyen un alimento rico en proteínas y al cual se le atribuyen propiedades medicinales.

Paradójicamente, me enteré de su existencia a través de revistas norteamericanas dedicadas al deporte, donde es común encontrar recetas con quinoa, las cuales destacan las bondades de este alimento y su uso por parte de atletas y deportistas recreacionales.

Lamentablemente, a pesar de contar con varios estados andinos, en Venezuela no se cultiva la quinoa. Para conseguirla hay que recurrir a algunos mercados donde se expenden granos y comida importada, donde se vende a precios exorbitantes. Actualmente se cultiva en Perú, Ecuador, Bolivia y, creo, también en Chile, Argentina y Colombia. Afortunadamente, en Caracas hay los domingos un mercado de la colonia peruana donde es posible comprar quinoa a precios razonables.

Para las personas que se encuentran a dieta, es el alimento ideal ya que, a diferencia de otros granos como el arroz, no engorda. Tampoco tiene colesterol ni grasas, mientras que sí posee fibra y minerales.

¿Cómo se cocina la quinoa? Hay diferentes maneras y en Internet numerosos sitios lo explican mejor que yo. Generalmente, se puede cocinar igual al arroz. De hecho, es un excelente acompañante de un plato principal. ¿A qué sabe la quinoa? Es difícil de explicar. No se parece a nada que haya comido antes. Creo que sola no sabría a nada. El secreto está en lo que le añades al cocinarla: ají dulce, sal y ajo, en mi caso. A mí me sabe a gloria. Cuando la cocino, un aroma delicioso se esparce por la casa. Uno evoca la sabiduría de los antiguos incas, para quienes era un alimento sagrado y se apresura a la cocina para disfrutar de su exótico sabor. Cabe preguntarse si este grano amarillento no sería el verdadero “Dorado” que los europeos no supieron apreciar cuando conquistaron estas tierras.