miércoles, 25 de enero de 2012
Hojeando el Tao Te Ching
Cada vez que hojeo el Tao Te Ching no dejo de sorprenderme por la vigencia de ese texto -un tanto críptico- escrito por Lao Tsu o Lao Tsé hace unos 2 mil 500 años. Se dice que el autor fue un filósofo que dejó sus enseñanzas sobre el Taoísmo condensadas en este pequeño libro, antes de abandonar su China natal para desaparecer en Occidente.
La corriente filosófica a la que alude –el Taoísmo- busca explicar el Universo a través del Tao (el cambio permanente) y se fundamenta en la observación de la naturaleza. Sin embargo, en el Tao Te Ching no solo se alude al Orden Natural de las Cosas sino que se profundiza, - a menudo de manera poética- sobre la trascendencia de la vida humana, el arte de gobernar, el autoconocimiento y la armonía y fluidez entre los elementos del Cosmos.
Tengo una edición de Vintage, traducida al inglés por Gia-Fu Feng y Jane English. Hace muchos años que no lo leo corrido; a veces me detengo en una página al azar y todavía me asombra su sabiduría y vigencia.
Un ejemplo:
“Tengo tres tesoros que guardo y mantengo:
El primero es la misericordia; el segundo, la economía;
El tercero es no querer estar por delante de otros.
De la misericordia viene la valentía; de la economía viene la generosidad;
De la humildad viene el liderazgo.
Hoy en día los hombres rechazan la misericordia, pero tratan de parecer valientes;
Abandonan la economía, pero tratan de lucir generosos;
No creen en la humildad, sino que intentan ser siempre los primeros.
Esto ciertamente es la muerte.
La misericordia trae victoria en la batalla y fortaleza en la defensa.
Es el medio por el cual el cielo salva y protege”.
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