A unos cuantos kilómetros de los calores valencianos hay un pueblo de templada temperatura que ofrece a sus visitantes no sólo las bondades de su clima sino los frutos de la laboriosidad de su amable gente: miel, artesanía, cuarzo y posadas donde encontrar tranquilidad.
Sosiego (palabra extraña en estos días) es un esquivo estado del alma para cualquier caraqueño. Pero en la Hacienda La Concepción me fue posible recuperarlo por unos días, gracias a los cuidados que brinda el Dr. Efraín Hoffman, su atenta familia y el dinámico equipo de su Spa.
Despedimos el Año Viejo y recibimos al Nuevo con nuevos y viejos amigos, al ritmo de la parranda del pueblo.
¡Una receta infalible para recargar las energías!
Sosiego (palabra extraña en estos días) es un esquivo estado del alma para cualquier caraqueño. Pero en la Hacienda La Concepción me fue posible recuperarlo por unos días, gracias a los cuidados que brinda el Dr. Efraín Hoffman, su atenta familia y el dinámico equipo de su Spa.
Despedimos el Año Viejo y recibimos al Nuevo con nuevos y viejos amigos, al ritmo de la parranda del pueblo.
¡Una receta infalible para recargar las energías!
2 comentarios:
Me gusta tu manera de expresar la alegría de estar vivo.
Felicitaciones!
Así es, amigo, vamos a exprimirle este año todo lo posible a nuestras vidas!
Caríños,
Aurora
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