lunes, 2 de marzo de 2009

Un sherpa en Caracas




Por iniciativa privada, el famoso montañista Jamling Tenzing Norgay se encuentra en una corta visita en nuestro país. Jamling pertenece a la raza sherpa, una estirpe bravía que permanece a los pies del Himalaya como defensores y guías de Chomolugma, nombre que los tibetanos dan al pico Everest, el más elevado del mundo.



Jamling ya conquistó esa montaña en 1996, emulando la hazaña que realizó su padre, Tenzing Norgay, en 1953, cuando junto a Sir Edmund Hillary, se convirtió en uno de los dos primeros seres humanos en alcanzar la codiciada cumbre.



Jamling quiso desde pequeño ser como su padre, pero encontró muchos obstáculos para su sueño. Finalmente, ya desaparecido su progenitor, fue llamado por los productores de las películas IMAX de Estados Unidos, para, junto a Araceli Segarra, Ed Viesturs y otros montañistas atacar la cumbre y filmar una corta película sobre la experiencia.



En la temporada elegida para el ascenso casualmente se produjo la mayor tragedia en la montaña. Los líderes de dos expediciones comerciales y varios de sus clientes fallecieron para totalizar la cifra récord de 14 muertos y varios heridos. Los integrantes del equipo IMAX colaboraron en las labores de rescate de los heridos y tuvieron que tomar la difícil decisión de realizar –a pesar de todo- el ascenso. Para Jamling fue determinante su fe budista al tomar la decisión de continuar. Pidió consejo a los lamas y, siguiendo el espíritu de su padre como guía, logró completar junto con sus compañeros la hazaña.



Parece increíble que luego del desastre, el equipo IMAX consiguiera cerrar con una nota positiva la peor temporada de escalada en el Everest. El resultado es una hermosa película que inmortaliza el ascenso espiritual de Jamling, el recorrido histórico de Araceli Segarra, la primera española y catalana en llegar a la cumbre y la hazaña de Ed Viesturs, subiendo por cuarta vez a la montaña, en esa ocasión sin suplementos de oxígeno.



Luego de mostrar su película, Jamling ofreció una corta charla en el Planetario Humboldt del Parque del Este en Caracas y respondió amablemente las numerosas preguntas de la privilegiada audiencia.



En sus respuestas, destacó siempre el enorme respeto que le merece la montaña y sus deidades, así como los integrantes de la raza sherpa, hombres indómitos que han pasado de labriegos a escaladores, fundamentalmente por razones económicas, y trabajan arduamente como guías y porteadores en las montañas. Finalmente, testimonió su admiración por los pioneros de la escalada en el Himalaya. Al ser preguntado si creía que los montañistas contemporáneos podrían subir al Everest con los rudimentarios equipos con los que ascendieron Hillary y su padre, respondió que le parecía imposible, ya que ellos, así como Mallory, Irvine y otros fueron los verdaderos pioneros que tuvieron el valor y la fortaleza de adentrarse en un mundo completamente desconocido. El mismo terminó reconociéndose como perteneciente a una generación más débil.



A quien quiera profundizar en estos temas, recomiendo la película Everest de IMAX, a la cual anunció Jamling seguirá en un par de años una secuela. También recomiendo el libro autobiográfico de Jamling: “Más cerca de mi padre”, que ya he reseñado en este blog y ahora, autografiado por su autor, es uno de los tesoros de mi biblioteca de montañismo. Cuando vi por primera vez la película y leí el libro jamás puede imaginar que tendría la ocasión de conocer a uno de mis héroes aquí en mi ciudad. ¡Cosas de la casualidad o de la causalidad!, como dirían mis amigos budistas.

3 comentarios:

Luis Guillermo Franquiz dijo...

Querida, no sabes cuánto he disfrutado al imaginar tu regocijo ante tan estimulante visita. Detalles así hacen grande nuestra vida. Pronto deberemos vernos. Un fuerte abrazo.

Ileana Hernández G. dijo...

Felicitaciones Aurora, por haber tenido la experiencia de conocer a tan importante hombre y por supuesto de cumplir con el rito de cazar su autografo.

Aurora Pinto dijo...

Gracias, amigos!
Son oportunidades que la vida nos ofrece.

Abrazos,
Aurora