Así tal como dice Héctor en su blog y como dice la canción. El viernes pasado decidiste precedernos en esa excursión final, la definitiva y muy probablemente también llena de aventuras, a la que todos estamos destinados.
Cómo extrañaré tu grata charla, tus comentarios eruditos y amenos sobre temas que iban de lo humano a lo divino, la picardía de tus palabras, pero sobre todo, tu sonrisa.
En esta foto estamos tu hermana Paz, tú y yo, en la puerta de la posada El Buen Jesús, en el hermoso pueblo de Los Nevados, en la excursión del CEC en 2005.
Si existe ese más allá en el que no creías, quiero imaginarte rodeado de la naturaleza que tanto amaste y recorriste con pasión de montañero: los Andes venezolanos, el Camino de Santiago, los llanos, el Roraima, y un Ávila siempre verde y primaveral.
¡Hasta luego, compañero!