Miércoles 10-01-07:
Salimos temprano de Campo Base. Esta vez nos acompañó Silvana, la hija del Sr. Jácome, quien haría gala de sus conocimientos de cocina en el trekking de cuatro noches que nos esperaba. Nos dirigimos hacia el Parque Nacional del Cotopaxi. Dejamos el vehículo y caminamos por una hora por una sabana paramera hacia el Tambo, un lugar donde están unas ruinas incaicas. Es un promontorio con un muro de piedras localizado en el medio de la sabana. Se supone era un sitio de observación de los incas que les permitía evitar ser atacados por sorpresa. Luego de un breve descanso descendimos por el valle donde pastaban innumerables caballos hasta el jeep. Fuimos ascendiendo hasta el estacionamiento del Refugio José Ribas, (4.800 msnm) cercano al Cotopaxi. La subida del estacionamiento al refugio nos tomó entre 40 y 47 minutos. Allí nos encontramos con nuestros compañeros del Grupo A. Compartimos el almuerzo, Rafael y Luis fueron hasta el glaciar y luego de despedirnos de los compañeros que esa noche se aprestaban a subir al Cotopaxi, bajamos hacia el jeep y nos dirigimos unos cuantos kilómetros más abajo, a un sitio localizados a 3.900 metros, al lado de un río, desde donde comenzaríamos al día siguiente el Trekking del Cóndor.
Instalamos nuestras carpas y cenamos en la carpa-comedor las delicias preparadas sabiamente por Silvana. Esa noche no habían llegado aún los arrieros y los caballos que transportarían nuestros morrales, pero llegarían al día siguiente. Había noche estrellada y un frío bastante aceptable. A nuestras espaldas se asomaba el Cotopaxi y hacia delante el Sincholagua. Fuimos a dormir con la expectativa de la caminata de unos 90 kilómetros que nos esperaba desde allí hasta Papallacta.
Salimos temprano de Campo Base. Esta vez nos acompañó Silvana, la hija del Sr. Jácome, quien haría gala de sus conocimientos de cocina en el trekking de cuatro noches que nos esperaba. Nos dirigimos hacia el Parque Nacional del Cotopaxi. Dejamos el vehículo y caminamos por una hora por una sabana paramera hacia el Tambo, un lugar donde están unas ruinas incaicas. Es un promontorio con un muro de piedras localizado en el medio de la sabana. Se supone era un sitio de observación de los incas que les permitía evitar ser atacados por sorpresa. Luego de un breve descanso descendimos por el valle donde pastaban innumerables caballos hasta el jeep. Fuimos ascendiendo hasta el estacionamiento del Refugio José Ribas, (4.800 msnm) cercano al Cotopaxi. La subida del estacionamiento al refugio nos tomó entre 40 y 47 minutos. Allí nos encontramos con nuestros compañeros del Grupo A. Compartimos el almuerzo, Rafael y Luis fueron hasta el glaciar y luego de despedirnos de los compañeros que esa noche se aprestaban a subir al Cotopaxi, bajamos hacia el jeep y nos dirigimos unos cuantos kilómetros más abajo, a un sitio localizados a 3.900 metros, al lado de un río, desde donde comenzaríamos al día siguiente el Trekking del Cóndor.
Instalamos nuestras carpas y cenamos en la carpa-comedor las delicias preparadas sabiamente por Silvana. Esa noche no habían llegado aún los arrieros y los caballos que transportarían nuestros morrales, pero llegarían al día siguiente. Había noche estrellada y un frío bastante aceptable. A nuestras espaldas se asomaba el Cotopaxi y hacia delante el Sincholagua. Fuimos a dormir con la expectativa de la caminata de unos 90 kilómetros que nos esperaba desde allí hasta Papallacta.
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